jueves, 13 de noviembre de 2014

Entre 2 aguas


Buenas! ¿Qué tal? Por acá bien, entre bañitos, llantos, pañales y demás (en este preciso momento me encuentro en casa de Illa-Estela). No me puedo quejar. Como siempre, campeamos los vientos en un momento en que mi vida se divide entre Casa Vida e Illa (con alguna que otra concesión).
Ambas, me dan la Fuerza e Ilusión para no abandonar un modo de Vida que aunque no fácil a veces, me apasiona y reconforta con cada pequeño éxito. Hoy leí una cita que me gustó y la comparto con vosotros: "Trabaja duro pero, en silencio. Deja que el éxito se encargue de hacer todo el ruido."




Si he de seros completamente sincero, a parte de lo dicho y perfectamente compatible con lo que viene: necesito pisar mi tierra natal, mi Menorca, acompañarme de aquellos que me han visto crecer, compartir una cerveza mientras vemos basket/fútbol con los que tanto estimo y gozar  de los aires autóctonos. Llamémoslo el descanso del guerrero, por ejemplo.

Hace ya unas semanas que despedimos a mi madre, fueron días hermosos y emocionantes, su papel como madre-abuela-amiga no pasó desapercibido por muchos; una ayuda para los jóvenes papás, sobre todo. Aunque nadie podía aventurar su estancia, el resultado fue esplédido gracias (creo yo) a que el AMOR fraterno e incondicional, lo puede todo.



Con ella, pudimos celebrar el bautizo de la peque (que se portó como una campeona en su día, sin derramar una sola lágrima), así como viajar por parajes increíbles como son: el Oasis de la Huacachina, la Reserva natural de Paracas o las famosas Líneas de Nazca. Realmente 3 semanas dieron para mucho más pero mejor se lo preguntáis personalmente a la visitante que dejó parte de su corazón por acá.




Hablando un poco de todo, la semana pasada me tocó ir a algunas reuniones de padres para recoger las notas del tercer bimestre (falta este último cuartto). Los resultados no fueron malos por lo que nos fuimos a la playa donde nos dimos el primer chapuzón de la temporada veraniega. El sol pegaba tan fuerte que me quemé de una manera importante, tanto que días después tuve que ir a la posta médica para que me inyectaran un antiestamínico en el trasero, para paliar las quemaduras en mi delicadita piel. Ya se pasó, no fue nada.
Y es que no soy el único que está en éstas, fruto de la sabia y caprichosa genética, Illa también está "sufriendo" el calor. Ayer tuvimos que llevarla al pediatra ya que en los pliegues de la piel del cuello se le acumula el sudor provocádole molestias y rojeces incómodas. Nada por lo que alarmarse.

   


Por suerte, en las últimas jornadas he podido sellar mi carné de Residencia pudiéndome quedar en el país de manera legal por lo menos un año más. Siempre un placer pasar por las colas y papeleos interminales de la Superintendencia Nacional de Migraciones del Perú.

Ya para terminar y despedirme, me gustaría confirmar que pasaré las Navidades y el Año Nuevo en el 24 de S'Arraval (o cerca de él)... unas semanas para ver y estar junto a parte de los que leéis devotos, estás líneas.

Aleeeee m'hos veim prest!