miércoles, 27 de febrero de 2013

Una semana peruana

Parece increíble pero sí, mañana hará una semana que llegué a estas tierras, aunque me dé la sensación de llevar muchísimo más tiempo por las experiencias vividas y lo acontecido hasta la fecha. No es que se me haya hecho largo, sino totalmente al contrario, el tiempo se pasa volando pero lo que pasa durante éste es tan intenso y de tal magnitud que parece que sea mayor (espero se me entienda).
 
 
 
 
Después de levantarme, comprobar si mi compañero/a de habitación ya había sucumbido (ratón o rata ya veremos) y desayunar, ha tocado chambear en QV, para luego partir a comer caracoles con el frente de juventudes religiosas que viven relativamente cerca de la parroquia de Pachacámac, así como con "un padre" con una experiencia vital verdaderamente increíble. Una persona que ha pasado más de dos décadas en África en su época más convulsa y en destinos tales como campos de refugiados entre otros..., y otras dos en Lima, atendiendo a presos en los penales (cárceles) masificados de Lima. Una realidad brutal y que tendremos la suerte de visitar en un futuro próximo.
 
 
 
 
Gracias a que hemos llevado a este personaje (en el mejor de los sentidos) a su casa, hemos podido darnos una vuelta por Lima centro mientras buscábamos una casa de cambio al son de "Bad Boys" de Bob Marley en la emisora de Radio Oasis, una estampa. A la vuelta he podido experimentar ya la conducción aquí, tenía ganas y lo he disfrutado. Aunque no es "moco de pavo".
 
 
 

martes, 26 de febrero de 2013

Chicharrón, Ceviche... y victoria del Mágico Real


Tal vez en días como hoy, en los cuales juega tu equipo contra el máximo rival en una eliminatoria de Copa, y sabes que tus amigos están en el Bar disfrutando de unas "Galicias", celebrando cada uno de los goles blancos mientras sacan pecho al ver las caras de cirscuntancias y resignación de los hinchas del conjunto rival... es en las situaciones que más se piensa en lo que se ha dejado atrás; aunque no puedo quejarme, me han dado libre para poder visualizarlo después de comer a las 15h., por lo que me doy por más que satisfecho.
 
El domingo pasado, después de que mi compañera de misiones considerara que ya había dormido lo suficiente y me despertara, picando insistentemente a la puerta, cuando no eran ni las 9h. de la mañana y de haber bien desayunado, me enfundé las bambas para echarme unas carrreras. Tal y como no podía ser de otra forma, el sol era de justicia, por lo que me tocó pagar la novatada con un sofoco importante debido a el calor, el nuevo terreno arenoso y polvoriento, los tubos de escape...
Después de esta curiosa mañana nos dirigimos a Pucusana, un bonito pueblecito pesquero, a través de la carretera Panamericana que une toda América Latina, según tengo entendido. Allí pudimos disfrutar de un bonito paisaje y estampas auténticas, para terminar comiendo en una terracita con vistas dos de los platos más típicos como son el Chicharrón de pescado (fritada) y el Ceviche mixto (marisco al limón y especias picantes), regado con cerveza peruana (que verdaderamente agradecí), por 20 soles por cabeza, que al cambio serían unos 6€, así da gusto.
 
 
 
 
 
 
A partir del lunes, los niños se reincorporaron a las clases después del período veraniego, así como nosotros al trabajo (a continuar chambeando) después de nuestro primer fin de semana peruano. Poco a poco, "Casa Vida", en Quebrada Verde, va adquiriendo mejor cara, pero el trabajo debe continuar. Cuando pueda, os colgaré algunas fotos para que podáis ver donde se sitúa, las instalaciones y los progresos que vamos relizando.
 
 
 
 
 

 
 

 

sábado, 23 de febrero de 2013

Y es que ESTO acaba de empezar

Según he podido saber gracias a canales varios de información (mamá, facebook, tv), en España se "disfruta" estos días un frio del carajo, aquí en cambio, aunque las gentes dicen que el tiempo ya empieza a cambiar para aproximarnos a temperaturas más livianas, el tiempo es caluroso que acompañado a un alto grado de humedad y al polvo (si con una palabra debiera definir éstos lares sería ésta, POLVO) hacen que en ocasiones el aire se encuentre verdaderamente cargado. Sobretodo, al trabajar en la casa de acogida que estamos preparando en Quebrada Verde, donde estos días me toca pintar; hay que dar 3 o 4 capas para que la pintura agarre (podría decir coger pero en castellano peruano significaría otra cosa muy distinta y poco a poco intento adaptarme, incluso por aquí) lo que hace que sea un trabajo costoso y un tanto ingrato, eso sí, de momento a sombra.



Es curioso experimentar como una gran mayoría de lugareños expresa el deseo de conocer y querer saludar a los "misioneros" recién llegados, invitarnos incluso a comer y bendecir nuestra llegada, es gratificante pero espero que estemos a la altura de las circunstacias...


 
 
Éstos días hemos tenido la oportunidad de conocer un par de comunidades de religiosas que trabajan cerca de Paschacámac, es verdaderamente impresionante adentrarse en sus fortalezas protegidas por altos muros, donde se vislumbra un "Edén" adaptado para niños y jóvenes en situaciones comprometidas, que en ocasiones reciben el apoyo de voluntarios de distintas nacionalidades, como puedan ser, alemanes, argentinos, franceses, croatas, ingeses... Se pasa del polvo, de la arena, de la suciedad en algunos casos, a un verde césped, toldos preparados para cobijarse, niños jugando alegres, casitas de muro y hormigón terminadas (digo ésto último porque en algunos asentamientos no es demasiado común) e incluso preparando nuevos proyectos, contruyendo nuevos comedores y ampliaciones varias. Las que lo dirigen son mujeres entrañables, con mucha fuerza y con un aura especial que hace que con la mirada, con el gesto, con la conducta, algo en uno mismo se recomponga.




jueves, 21 de febrero de 2013

"Arribar i empenyer"

Buenas Bruts/es!!
 
La aventura ha dado el pistoletazo de salida, después de todo el día subiendo y bajando de los aviones MAHÓN-PALMA DE MALLORCA-MADRID-LIMA, éste último trayecto de más de 12h... me sitúo en la Parroquia del Stmo. Salvador en Salvador en el área Metropolitana de Lima, desde donde puedo conectarme, de momento vía móvil todavía no.
 
El título de el primer "post" tiene su sentido ya que al querer arrancar el "carro" 4x4, una vez ya en tierra peruana, habiendo cargado toooodas las maletas que transportábamos, nos ha tocado empujar hasta que a éste le ha dado por arrancar, preludio de lo ocurriría más tarde.
 
Después de recorrer las carreteras que unen Callao (donde encontramos el aeropuerto) con Pachacamac, a una hora y pico, y comprobar la temeraria conducción de estas gentes (conducen a la puta y raro es que no haya muchos más accidentes), hemos llegado a la Parroquia donde conviviremos hasta que acondicionemos las instalaciones en las colinas arenosas de Quebrada Verde. Allí nos hemos quedado atrapados en la arena, en medio de un desierto lleno de "barracas", hasta que nos han venido a rescatar después de una hora y media al radiante sol, nervios, sudor, intentos fallidos de partida que nos terminaban hundiendo todavía más en la arena y llevándonos colina abajo. Todo ha terminado bien, tostados pero bien.
 
Si lo que buscaba era conocer otra realidad y vivir una auténtica aventura, indudablemente estoy en un GRAN destino.
 
Aunque me habría gustado acompañar esto con algunas imágenes, de verdad merece la pena verlo, ya será otro día porque mi compañero no encuentra el cable de la cámara con la que habíamos hecho las fotos; os dejo con las ganas, lo siento.