¡Menudos 26!

¡Buenas! ¿Qué tal? Yo bien, no me quejo, ¿de que serviría hacerlo? De primeras, desearía agradecer a amigos y familiares su interés por mi en estos últimos días. Sé que alguno se sobresaltó por lo leído en la correspondencia recibida la semana pasada, pero no os preocupéis todo avanza y continuará haciéndolo en la medida que todos demos lo mejor de nosotros mismos en cada una de las situaciones que la vida (yo lo llamaré Dios) nos presente. La cuestión es acomodar o redireccionar las velas ante cualquier tempestad, no luchar contra la fuerza del viento o las mareas ya que naufragaríamos, tenemos la opción y el deber como patrones de nuestro "llaüt" de adaptarnos a las circunstacias del entorno para así lograr llegar al destino deseado, normalmente la Felicidad.

(Mirador de Puente Lurín)

Después de esta reflexión moralista, os cuento que por acá las cosas van marchando aunque debido al contexto en alguna ocasión los nervios o sobrecarga de ocupaciones varias nos superan, así como me ocurrió ayer sin ir más lejos con una trifulca con los jóvenes. Nada grave que no se pueda arreglar con "algunas indicaciones", una bocanada de aire fresco y un paseo.

El problema es que alguno de los adolescentes, ante una correccción, su primera respuesta intiutiva es crecerse, reaccionar altivamente y por lo tanto de forma poco apropiada; no es culpa suya, es por lo que han experimentado y vivido (como todos), debido a ello que hay que ir perfeccionando respuestas para no caer en conductas erróneas. Más fácil de explicar que de llevar a cabo, lleva tiempo. Es el pan de todos los días al fin y al cabo.

En el aparatado académico, os cuento que la cuarta semana del mes de Mayo asistí a 4 reuniones de padres para recoger las libretas de notas del primer bimestre (todavía me faltan los hermanos Zabaleta), los resultados de la mayoría han sido satisfactorios, mejor de lo que esperábamos en algunos casos. Otros no. Sólo les/nos toca mejorar ante los meses venideros.

(Boda Tia Valentina y Tio Andrea, Comunitá Cenáculo)

Pero entre vosotros y yo, las reuniones dirigidas por peruanos ya sean de estudios, catequesis o lo que sea... son soporíferas, agotadoras y muy pesadas, a parte de que citan una hora antes para que los invitados lleguen a la hora prevista. La misma cuestión se repite hasta la extenuación, una y otra vez, todo se somete a votación y todos han de opinar... encuentros que podrían llevarnos 30min., pueden alargarse hasta 2h.; creo que a mí ya no me ven con muy buenos ojos ya que llega un punto que mis intervenciones son algo secas y directas. Ellos, todo lo han de adornar con su forma de conversar ante la galería.

Es cultural, pero entonces, normal que la gente se duerma y "faci capades" constantemente.

Ah! se me olvidaba, el 25 de mayo fue mi vigésimo sexto (todavía no me hago a la idea), si he de ser sincero, no estaba muy para celebraciones festivas pero entre los de acá y los de allá supieron convertir la jornada en un día mágico donde recibí innumerables muestras de estima, llegando a apagar las velas de hasta 5 tortas (tartas) de cumpleaños, ¡si 5! Y yo que no soy del dulce, disfruté cada cántico de Happy Birthday y pedazo de pastel de chocolate, fresa, bizcocho, tartaleta, dulce de leche entre otros azucarados sabores de los jóvenes de la catequesis, Amigos de la Comunidad de Q.Verde, Amigos varios de Pachacámac y alrededores... un placer.

(De bodorrio)

Ya terminando este reporte de apuntes, hace unos días realicé un examen psicotécnico ya que estoy tramitando el brevete (carné de conducir) para homologarlo al peuano, ahora estoy conduciendo ilegalmente, aunque no pasa nada. Ni la policia conoce la reglamentación vigente por lo que, enseñando mi caduco permiso internacional me dan permiso para continuar manejando. No miento.

Bueno, me voy despidiendo, muchas cosas son las que aquí podría relatar y explicar, llevaba 3 semanas sin escribir y teniendo en cuenta que un día ya da de por sí, para un diario, imaginaos 21... Me da roche (vegüenza) hacerlo de forma cada vez menos asidua pero muchas veces no tengo tiempo, ni ánimos para ponerme frente a la computadora, lo siento.

De todas formas, gracias por permanecer ahí. 

Aleeeeee un beso!

(Domingos de fútbol en la playa)