Buenas! Escribo ahora porque estoy acá en el salón de Casa, normalmente a estas horas de un domingo suelo tener la suerte de estar en la playa con los chicos pero ya que hoy José ha despertado con dolor de estómago y algo de fiebre, me encuentro a su cuidado.
No viene nada mal un alto en el camino, el mes de enero fue demasiado largo (para mi gusto) y rematando la jugada, Mika dijo ¡basta ya! Ahora la tenemos en cuidados intensivos viendo si la terminamos de jubilar o si le cambiamos el motor al completo, hay que valorar las distintas opciones y la cuantía de éstas a corto y largo plazo.
Aunque ahora sonrío al recordar como me quedé tirado con ella en la otra punta de Lima y sin asistencia del seguro (ya que el contratado no incluía el servicio), fue algo auténtico; afortunadamente, conseguí volver a Pachacámac con ella, pero sobre la Grúa y por un precio razonable respecto a otros consultados anteriormente.
En otro orden de cosas, el Futbito ha vuelto al Coliseo Cerrado y con él el espectáculo del Fútbol más callejero y marrullero que se puede ver por éstos lares, ello nos recuerda que pronto hará un añito que nos situamos lejos de nuestros hogares baleares y de como han cambiado las cosas respecto a cuando nos sentábamos en las gradas alucinados y esperanzados por lo que se nos venía encima sin tener demasiada idea de nada. Pensándolo bien, no han cambiado tanto las cosas...
Las salidas realizadas durante la semana han sido dos: una a la playa pituca de Brisas de Villa (en la que nos colamos descaradamente alegando que íbamos a almorzar en casa de unos amigos, ya que la playa en sí, es de ámbito privado e ingresando se ha de entregar el DNI), enfrente de los Pantanos; y al "Parque de las Leyendas", ésta última gracias al apoyo incondicional de "PROYECTO CASA VIDA". En el Parque, con los chicos, pudimos disfrutar de la recreación de los 3 ambientes característicos de Perú, sierra, costa y selva, viendo multitud de animales como jirafas, tigres, leones marinos, llamas, monos... Aunque Juanjo y yo ya habíamos estado al poco de estar en el país, fue distinto hacerlo ahora como Casa Hogar Vida.
Con nosotros ya se encuentra el Padre Eugenio y Lourdes (llegada desde Menorca y para un mes en principio), que seguro facilitarán las tareas varias a las que nos vamos dedicando día a día: Bienvenidos sean los dos.
Ah! Uno de los grandes descubiertos de esta semana ha sido que ya sabemos por donde se nos escabulle nuestro amigo Jaime, ahora toca ponerle remedio.
Aleeeee besos!
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