martes, 18 de febrero de 2014

Campamentos, Retiros y Noticia Bomba


Buenas! ¿Como estáis? Por acá bien, son las 22:10 de un caluroso martes en Casa Vida: Jaime ya se encuentra descansando en la cama, los jóvenes: Romel, José y Antoni están en la Capilla con la gente del Coro (que está naciendo en Quebrada Verde); Juanjo en la placita del CPR tomando el fresco; las chicas voluntarias viajando de camino a Lima desde "La Merced"; y el Padre, esta noche, en la Parroquia de Pachacámac. Cada loco con su tema.




La semana pasada fue movida (no hay una que no lo sea) no sólo por lo acontecido durante ésta, sino también por la carga emocional de determinadas decisiones tomadas, pero mejor ir por partes.

Después de que el lunes y el martes nos dedicáramos a los quehaceres "habituales", el miércoles, la columna vertebral de la Casa (ahora integrando a Julia), nos fuimos de Retiro a la "Casa María, Refugio de Pecadores" en Guayabo, donde pudimos poner en común lo ocurrido durante los últimos meses, para así tomar decisiones de cara al futuro, el nuestro y el del Hogar. Lo que solemos hacer cada 2 o 3 meses para no perder el rumbo; nunca va mal.




Allí pude manifestar mi parecer de partir para dos semanas al "24 de S'Arraval" ya que allí me necesitan y el no hacerlo me crearía un malestar severo si las circunstancias empeoraran y yo me encontrara lejos. Entonces, del martes próximo, al 10 de marzo estaré cerca de familiares y amigos isleños, seguro dos semanas auténticas, un paréntesis obligatorio en la aventura en la que me encuentro inmerso desde hace un año. "Sembla mentida" pero sí, el sábado 22 se cumplirá un año.

El 14 de febrero, día de Enamorados y acá también de la Amistad, lo estuve pasando junto a los adolescentes de la Casa y el grupo de catequesis de Guayabo (a los aprecio mucho y con los que ya había trabajado durante dos meses cuando me ocupé de la catequesis juvenil de allá); un campamento en el mismo espacio ajardinado donde habíamos realizado dos días antes el Retiro; tiempo de gymkana, fútbol, juegos, fogata nocturna, caminata matutina, conversaciones en torno al tema del Amor... un campamento de desconexión para jóvenes llenos de testosterona y cargados de preocupaciones.

Para terminar la semana con buen pie, el domingo (para variar) lo pasamos en la playa del Silencio en donde nos pudimos tumbar en la hamaca (ya que íbamos en plan pituco) compartiendo Pollada, gaseosa y diversión.

Aleeeee un abrazo, nos vemos pronto, o no.





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