miércoles, 15 de mayo de 2013

Prision Break en el "EP Miguel Castro Castro"


Durante el día de hoy, miércoles 15 de mayo, fecha que seguramente no olvide fácilmente, hemos tenido la oportunidad de visitar las instalaciones del penal de máxima seguridad "Miguel Castro Castro", una de las cárceles más importantes y conocidas del país. El centro de reclusión, situado en el distrito de San Juan de Lurigancho, se conoce entre otras muchas cosas, por la relevancia de sus "presos políticos" con todo lo que ello conlleva; así pues, también encontramos penas de lo más variadas como son: robo, agresión, secuestro, narcotráfico, violación, asesinato...

(Quebrada Verde)

Gracias a que Miquel Parets, capellán de la institución, realizó las gestiones pertinentes, nos introdujimos en las entrañas del penal previo paso por los controles de seguridad obligatorios; nunca antes había pisado una cárcel, por lo que lo vivido no puedo compararlo a ninguna otra experiencia semejante, lo que sí que puedo destacar es la espectacularidad del "ambiente" entre negocios (bares, restaurantes, puestos ambulantes...) y jerarquías asignadas.

Al ser hoy Miércoles, día de visitas, en el penal podíamos ver a multitud de personas "paseando" por las distintas estancias (a parte claro de los habituales), madres, novias, esposas, "trabajadoras", familias al completo y demás visitantes. Debido a esto, era importante extremar las medidas de seguridad para no incomodar a unos y otros, cuando pasábamos cerca las celdas, divididas en 12 pabellones alrededor de una "rotonda central".  

(Ventanilla, desde Comunidad Sagrada Familia)

Tal y como pasa en muchos de los centros penitenciarios de América Latina, la población interna supera con creces las expectativas iniciales, lo que hace que los pabellones estén controlados por los propios internos y no así por los guardias del INPE (Instituto Nacional Penitenciacio) que se dedican a extorsionar a unos y a otros sol tras sol. La sensación al entrar en una de las celdas mientras el inquilino nos explicaba que en su cubículo conviven hasta 4 personas, cuando deberían ser únicamente 2, es algo demoledor a nivel interno y más teniendo en cuenta que él es uno de los afortunados (fruto de un poder adquirido) ya que muchos otros duermen en los pasillos hacinados o al raso.

(Chorrillos)

Lo curioso ha sido que hasta que no llevaba unas 2h. entre barrotes, verjas, celdas y presos, no he sido verdaderamente consciente de en donde me encontraba y con quien estaba tratando de manera cordial y amena, aquellas manos que estrechaba a cada paso eran  las mismas que habían realizado actos atroces ya fuera de manera plena o inconsciente; pero tal y como nos ha dicho Carlos más tarde, un preso político y gran Artista, "acá podemos transformar la adversidad en perspectiva", espero que así sea y que no sólo traten de lograrlo los condenados sino también nosotros, los de fuera, los que podamos hacerlo.


1 comentario:

  1. Jolin! quina por... a jo m'agafa agobio només de llegir-ho... no soportaria estar tancada així que intentaré portarme lo millor possible! :D

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