Fervor Pachacamino en Semana Santa

Durante la semana en la que nos encontramos, la Semana Santa (yo en Pachacámac), las ocupaciones han sido varias y diversas: Chamba (trabajo) en el Hogar, sobretodo relacionada con el apartado de la electricidad; presentaciones en sociedad y tareas asistenciales; viaje a  Lima para experimentarar el lento y burocrático sistema sanitario del país; compra e instalación de parlantes (altavoces) y amplificador para la capilla de QV; entrenamientos de carrera y demás, para recuperar un poco el tono; hamburguesas; cocinitas... y lo más relevante, las distintas actividades relacionadas con la intensa Semana en la que nos encontramos.

 

 

 

 

Hoy por primera vez, he podido disfrutar de una Procesión desde el otro lado, como un espectador más; hasta el año 2011 (durante el 2012 me encontraba en Londres) y desde bien pequeñito, lo había hecho desde dentro y de negro junto a mi Cofradía, la del Santo Sepulcro.

 

Es digno de admirar como viven los peruanos, y más concretamente el pueblo donde me encuentro, la Pasión. Lo experimentado acá es algo difícil de explicar en un sencillo comentario. El fervor, la devoción, el sentir de los actos, le dan a las celebraciones un aura especial, una calidez que se contagia. Según parece, la Semana Santa pachacamina bebe de la andaluza patria pero con su espíritu suramericano.

 

 

 

 

Destacando por ejemplo, uno de los momentos de más énfasis por su realismo y magnífica representación: las escenificaciones que llevan a cabo los jóvenes de la Cofradía del Santísimo Salvador de Pachacámac (de admirar también la misma autogestión y compromiso de los mismos). Los azotes, golpes y patadas que se les propinan a los actores ladrones y así al protagonista central, no son para nada amistosos o teatrales, la crudeza pone los pelos de punta; así como los llantos de las jóvenes que interpretan a las Marías y Verónicas en las distintas estaciones que Jesús va encontrando a su paso. Un didáctico y crudo espectáculo apto tanto para aquellas personas que Creen, como para las que no.

 

 

 

 

Mañana más, Vigilia Pascual, ya veremos con que más me sorprende esta gente.

 

 

Miraflores, otra realidad

 

Aquí seguimos, hace un par de días que se cumplió un mes desde mi llegada a Lima, una ciudad llena de contrastes. Sin ir más lejos, ayer pasamos la tarde en Miraflores, uno de los 43 distritos que conforman ésta increíble capital.

 

 

 

 

Pasear por el precioso y pavimentado Paseo Marítimo que se sitúa enfrente del Pacífico, y así entre los altos hoteles de 5 estrellas, clubs deportivos repletos de pistas de tenis, casinos donde los turistas se dejan la plata, centros comerciales repletos de comercios... me creó una cierta incomodidad, un SHOCK interior, un "Pedo Mental".

 

Ésa es la Lima que se vende, la que se potencia al exterior, no la que aquí, en Pachacámac y alrededores, tocamos día a día. Acá no hay escaleras mecánicas, nannies ocupándose de los niños, paseadores de perros, surfistas, altas jóvenes rubias espectaculares, ropas, zapatos y complementos de las mejores marcas, cientos de cambistas por las calles... un espectáculo digno de una gran ciudad europea. Lo europeo gusta, y eso se palpa en el ambiente (y en los precios). Deambular por allí, parecía estar en otro mundo, en otra realidad totalmente opuesta, en un universo divergente donde el intercambio y el ir y venir de dinero es constante.

 

 

 

 

Dejando a un lado ésta esperpéndica visión de opulencia, ésta semana la he pasado entre cables, diseñando e instalando una pérgola y chambeando en unas barreritas para cercar algunos espacios en el Hogar, entre otras y variadas ocupaciones.

 

Otra de las visitas que realicé esta semana fue a la antigua Hacienda de Buenavista, situada a escasos minutos de casa, una visión de paz cuando el sol nos regalaba sus últimos rayos del día.

 

 

 

 

Martes Limeño

Hoy martes 19 de marzo, Día de San José y así del Padre, hemos emprendido una excursión turística y de reconocimiento a la Capital del Perú; subiéndonos a una combi a las 8 de la mañana y después de cerca de 1h.45min. de viaje, nos hemos plantado en el centro histórico de la Ciudad de Lima. Allí, hemos podido pasear por la “Plaza de Armas” (Plaza Mayor) mientras veíamos un curioso cambio de guardia y orquesta oficial, alterado por la presencia de un alto cargo político que salía del recinto del Palacio de Gobierno con su comitiva.

 

 

Después de echar 4 fotos a la bonita plaza (que aunque grande, esperaba fuera más impactante), nos hemos adentrado en el Museo de la Santa Inquisición, una visita que desde que empecé a documentarme en torno al país, tenía ganas de realizar. Ha sido una interesante visita guiada, no agradable (por el sentido y significado). Cuando el guía ha procedido a explicar los distintos métodos de tortura, la sensación experimentada ha sido de todo menos agradable. Impresionante hasta donde puede llegar la crueldad humana.

Posteriormente, una simpática guía nos ha mostrado y expuesto la Catedral de Lima: los cambios experimentados a lo largo de los años; las formas de evitar los derrumbes cuando se producen los habituales sismos peruanos; las criptas de donde se han sacado ya más de 100 cuerpos, incluido el de Pizarro (que se encontró por casualidad, ya que se encontraba escondido bajo el altar mayor); los “utensilios didácticos” utilizados en los períodos de evangelización; las salas privadas…

Después de una rica comida de “Lomo salteado”, hemos concurrido el Mercado Artesanal de Santo Domingo, donde se pueden comprar los típicos ponchos, chullos y chalinas; tengo por seguro que no será mi última visita a éste espacio comercial ya sea para regalos a amigos y familiares o para uno mismo. Cerca de allí se encuentra el Río Rímac (en quechua, Río Hablador, por el sonido que produce el agua al chocar con las rocas) que durante estos días baja enojado y con fuerza, existiendo riesgo de desborde en algunos puntos críticos.

 

Antes de partir en la combi que nos llevaría cerca de casa, hemos visitado las Hermandades de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y el Señor de los Milagros, fraternidades tras las que hay una ENORME devoción, una verdadera FE ciega aquí en Lima y en el país entero. Éstas tres, con increíbles historias repletas de mitos y leyendas (fantasiosas en algunos casos) que enaltecen a sus figuras iniciales.

Una jornada limeña de lo más productiva e interesante. Queda mucho por ver.

Primer baño Pacífico

El fin de semana llega a su fin, el tercero del mes de marzo y el cuarto desde que me instalé en el Perú. Hoy domingo, día de elecciones. La obligatoriedad del voto ha hecho que todo se saturara increíblemente. Parece ser que Susana aguantará en el cargo de alcaldesa de Lima, por lo poco que sé en torno al tema: buenas noticias.

 

Hoy ha sido un buen día, una jornada de relax en la que he podido ver y conversar de buena mañana, con gran parte de los míos debido a que celebraban una comida familiar; un orgullo y gran emoción verlos a todos a través de la pantalla del ordenador, primos, tíos, hermano, madre, ahijado… gracias a todos, ha sido bonito sentiros tan cerca pese a la distancia que nos separa.

 

Después de este regalo matutino, nos hemos dirigido a la “Playa del Silencio” donde me he podido zambullir por primera vez en el Océano Pacífico, un (frío) placer. Ya desde nuestra llegada al aparcamiento, nos han tratado como a pitucos (gente de dinero), dejándonos escoger hamaca (ya que aquí es prácticamente obligatorio) en el chiringuito “El Barquito”; a lo largo de la arena se podían contar decenas, cada uno con sus respectivos asientos playeros. Allí hemos podido degustar el típico marisco de éstos lares, regado con rica cerveza peruana. Todo por menos de 120 nuevos soles, 10€ por cabeza. Cuando al sol le dio por esconderse tras la neblina espesa, partimos a visitar el pueblecito de “Chilca”, nada espectacular pero con cierto encanto.

Ahora que me encuentro escribiendo medio tirado en el sofá, noto las piernas pesadas y doloridas, esto tiene su lógica ya que durante la mañana de ayer nos dedicamos a deambular durante horas por el “Parque Industrial” de San Salvador, un polígono GRANDIOSO, para tratar de encontrar los muebles idóneos para el Hogar. Viaje de ida y vuelta en Combi, una experiencia entretenida. No contento con ello y después de comer, PARTIDAZO de fútbol con la “Comunidad del Cenáculo”. Italianos, Croatas, Españoles, Peruanos, Brasileños... compartiendo terreno de juego y pelota.

 

 

Todo unido hace que ahora me sienta agotado pero verdaderamente satisfecho.

 

Días de REVOCATORIA

Los días entre semana se suceden realizando trabajos de albañilería, electricista, pintor, jardinería, carpintería, diseñador... entre otros, en la Casa Hogar que estamos preparando; aunque no cesamos en la tarea (que cuando es bajo sol peruano se hace agotadora) aún queda muchísimo por hacer y más teniendo en cuenta que determinados trabajos no dependen de nosotros y sí de terceros, con la demora que ello implica. Creo que nuestra llegada a la casa se va a retrasar algunos días, ya que en un principio parecía que se produciría durante la última semana de este mes.

He de confesar que algunos de los trabajos que estoy llevando a cabo no los había desarrollado en la vida, no por vagancia o pereza sino por falta de oportunidad, en este sentido ya habría valido la pena llegar hasta aquí, aunque hay otros MUCHOS motivos.

 

 

 

 

Dejando a un lado las labores en la "Casa Vida", también estamos tratando realidades, problemáticas y situaciones que ni el mejor de los guionistas podría llegar a imaginar para plasmarlos en la gran pantalla. Verdaderamente, la realidad supera a la ficción. Poco a poco, intentamos allanar el terreno cuando consideramos que tenemos alguna competencia, pero siempre siendo conscientes de que la paciencia y el sosiego con que debemos proceder son vitales para lograr un cierto éxito.

 

 

 

 

Durante las últimas semanas y desde que llegamos a Lima, ésta ciudad y el país entero vive enfrascado en un proceso electoral de REVOCATORIA. El domingo próximo, los limeños deberán acudir a sus colegios electorales para decidir si su alcaldesa, Susana Villarán continúa o no en el cargo después de 2 años de ejercicio, la mitad de su teórico mandato. Durante ese día, las reuniones están prohibidas, así como cualquier tipo de celebración en la que se concentre un número X de personas. Interesante saber que el voto no es una opción, sino prácticamentente un deber ya que se penaliza con una multa de unos 70 soles a todo aquel que no acuda a votar. Curioso, como mínimo.

 

 

 

 

Mucha chamba y alguna herida de guerra de guerra pero todo bien, un saludo.



 

Entre cerros, guitarras y bailes

 

Iniciamos el fin de semana el viernes 8 de marzo, no un día cualquiera para un servidor, con un encuentro con Monseñor Obispo Carlos Enrique García de la Diócesis de Lurín (Lima Sur), un hombre cercano, determinante y al que le encanta ser escuchado. Él debía darnos su OK, su Bendición, para poder comenzar con buenos fundamentos el proyecto de nuestro "Hogar Casa Vida", después de exponerle nuestra idea y el punto en el que nos encontramos, se mostró encantantado, hasta el punto de ofrecernos su asistencia en forma de muebles, utensilios varios y necesarios; hasta un carro ranchera en pefecto estado, que la verdad nos vendría de lujo, ya que de momento no disponemos de medio de transporte propio para el Hogar. Posteriormente, visitamos el Hogar de acogida "Caritas Felices" un centro dedicado a acoger niñas y jóvenes que han sufrido abusos, una visión esperanzadora teniendo en cuenta lo padecido.

 

 

 

 

Para terminar la jornada, pudimos disfrutar de la Final del emocionante Torneo de Verano de Fútbol Sala en el Gran Coliseo de Pachacámac, un espectáculo a distintos niveles: más de 2.000 personas agitadas y dispuestas a escasos centímetros del terreno de juego; un alcalde haciendo campaña permanentemente mientras repartía pelotas de plástico entre los hinchas (en ocasiones la realidad supera la ficción); miembros de la policía repartidos por los aledaños y que terminaron actuando presencialmente cuando los ánimos se caldearon por decisiones arbitrales dudosas; aperitivos y refrigerios a tutiplén... y por supuesto fútbol en estado puro. Un festival.

 

El sábado pudimos realizar una excursión por el CPR (Centro Poblado Rural) Cardal, situado a unos 20min. en carro, allí pudimos refrescarnos en el "Manantial de la Juventud"; visitar las ruinas del "Templo en U" inca con casi 3000 años de antigüedad en el que parece todavía se realizan ritos esporádicos; enternecernos con la visión de la "Piedra del Amor"; y subir hasta el "Cerro Pan de Azúcar" para descubrir unas vistas panorámicas impresionantes. Ya por la tarde, primera clase de guitarra, ya veremos si la cosa avanza satisfactoriamente. Más tarde, encuentro de pastoral en QV. Termina el día con una hamburguesa en un portal, mientras la guitarra me hace de plato, me siento un artista bohemio. 

 

 

 

"Piedra del Amor" (se puede descubrir una pareja abrazándose)

 

 

 

Desde lo alto del "Cerro Pan de Azúcar"



Hoy domingo hemos peregrinado con los jóvenes desde Pachacámac, hasta QV, donde hemos podido celebrar dinámicas de reflexión, bailes, cánticos, presentaciones... para finalizar con una convidada de Carapulcra para unas 200 personas, un típico guiso peruano riquísimo y potente.

 

Ahora un poco de sofing, que nunca viene mal después de un intenso y entretenido fin de semana. 

 

 

 

 

MotoTaxi Experience

 

Aquí el método más cómodo y económico para trasladarse de un lugar a otro, refiréndome a distancias relativamente cortas, sería la Mototaxi o la Combi (parecido a una furgoneta grande o un autobús pequeño), también exite el Taxi convencional pero en los poblados rurales se utiliza poco.

 

El medio de transporte que más utilizamos entonces, cuando no disponemos del carro de la comunidad es la Mototaxi, un vehículo curioso cuanto menos, éste consiste en una motocicleta de 3 ruedas dónde el conductor maneja (aquí no se conduce) en la parte delantera y los usuarios clientes se acomodan en la trasera, normalmente. Digo normalmente porque aquí el tema de la legislación y su aplicación no andan siempre de la mano (todo el mundo se la pasa por el forro, incluídas las corruptas autoridades). Lo correcto, lo legal, sería que como máximo se pudiera deambular con 3 personas más el conductor, pues bien, ayer nos metimos 5 más el conductor, los 4 que volvíamos de chambear en QV en la parte trasera (prácticamente uno encima del otro) y una chica a la derecha del manillar, 6.

 

A medio camino "el jefe" divisó a la policía, por lo que 2 de los nuestros bajaron de la cabina para volver a subir pocos segundos después cuando "el peligro" se había alejado. No es extraño experimentar situaciones parecidas aquí, es habitual que si algún conductor de medio de transporte público descubre a la guardia en la lejanía haga bajar a los ocupantes para ahorrarse una posible multa por falta de papeles o cualquier otra problemática. Así pues, también nos han advertido de llevar 20 soles siempre en la cartera siendo nosotros los conductores para cuando nos pare la policía, entregarlos de manera comedida es el sistema habitual para ahorrarse una derrama mayor (merecida o no), así como disgustos mayores.

 

 

Esto que contaba nos ocurrió ayer, hoy la cosa ha sido que cuando nos dirigíamos en Mototaxi a QV (para que os hagáis una idea el recorrido es de 15min. trotando) a las 8 y pico de la mañana, el vehículo se ha quedado sin gasolina, auténtico. El chofer no contento con ello y cabreado como estaba, nos pretendía cobrar 8'5 soles por dejarnos a medio camino por un trayecto que para 3 pasajeros como éramos cuesta 3 soles; le he tenido que explicar q no éramos turistas y que conocíamos las tarifas por lo que le he dado 1'5 soles y lo hemos dejdo allí. Por suerte, 10 pasos después ha pasado una Combi a la que hemos podido subir y que nos ha trasladado a la plaza de QV por 1'5 soles más. De todas formas, recomiendo la experiencia de subirse a una Mototaxi a todo aquel que tenga ocasión, su traqueteo, entre otros factores, es una experiencia que merece la pena vivir.

 

 

Aquí me chupan la sangre

Si antes era una rata la que me traía de cabeza, ahora son los mosquitos, no sé que prefiero la verdad... Después de contar dos docenas de picaduras "ho he dixat anar"; tengo las piernas masacradas y lo peor no es eso, al no estar acostumbrado a los chupasangre nativos, algunas de las picadas llegan hacer una reacción curiosa, con pus y todo, un placer al que tendré que poner remedio. A este paso todos los animalitos del lugar me darán la bienvenida a su manera.

 

 

 

 

El domingo pasado, con mis compañeros de misonaje, nos fuimos a dar una vuelta en carro (coche) bordeando los pueblos o asentamientos rurales que se sitúan alrededor del Río Lurín, que son entre otros: Manchay Bajo, Manchay Alto, Guayabo, Picapiedra, Manzano... En uno de éstos, desplegamos el mantelito y bien comimos, momento que aprovechamos para solucionar problemáticas, reforzar la convivencia, parlamentar en torno al trabajo llevado a cabo, primeras impresiones... Cuando ya estábamos de vuelta nos zambullimos en el Río, algo que a mí me sentó genial, me sirvió para dejar allí todo lo que no necesitaba, un baño purificador podríamos decir (clímax místico del post).

 

 

 

 

 

Sin casi tiempo para ducharnos y cambiarnos de ropa en Pachacámac, volvimos a subirnos al carro y enfilamos dirección Lurín donde se celebraba un encuentro de jóvenes cristianos. Impresionante ver a medio millar de adolescentes en un Vía Crucis organizado por ellos mismos; algunos llevaban 3 días peregrinando hasta llegar a la Catedral de Lurín, nosotros los enganchamos para terminar el proceso con las 2 últimas estaciones. Bonita forma de terminar el día.

 

 

 

 

Factores a tener en cuenta del carácter peruano y a los que conviene aclimatarse con el tiempo: Lentitud (ritmo peruano), Impuntualidad, (ligada a la anterior), Imposibilidad a decir NO (en su caso respuesta abierta, sin ataduras, "así pues", "ya pues").

 

 

Fifa Street en el Coliseo Cerrado de Pachacámac

 

Después de un par de días con un olor nauseabundo en la habitación:

 

¡Habemus Rata!

 

Ésta se encontraba fallecida y ya en estado de descomposición bajo el armario de la ropa después de haber tomado el remedio (veneno) que la Señora Eugenia había dispuesto, menos mal que apareció.

 

En Pachacámac, allí donde residimos hasta que la "Casa Vida" esté preparada para acogernos, se juega un importante y apasionante torneo de verano de fútbol sala entre los pueblos y/o asentamientos de la zona, un espectáculo. A partir de las 6.30 de la tarde se empiezan a jugar partidos hasta las 10.30, los primeros son los de los más jóvenes a partir de 6 años y a medida va avanzando la tarde se va aumentado el nivel hasta llegar a los últimos, donde los adultos utilizan todas las artimañas imaginables (juego duro) para lograr la victoria, mientras las gradas abarrotadas, rugen con cada bonita jugada y  trifulca en las que participan sus amigos y conocidos. Un verdadero tributo al fútbol amenizado con comida de todo tipo que van sacando del bar para que consumas todo lo que desees por un módico precio, ganchitas (palomitas), patata asada, arroz con pollo, hamburguesas, una especie de ensaladilla rusa, galletas de todo tipo, pasteles,  jugos (zumos), granizados, gaseosas... Todo con su nombre peruano que ahora no alcanzo a recordar.

 

El trabajo en QV no cesa y aunque vamos avanzando, todavía quedan muchos progresos por hacer. No tenemos las instalaciones acondicionadas y ya tenemos una media docena de posibles candidatos para acoger, son impresionantes las situaciones extremas que encuentras día a día. Hace poco pudimos ver en los informativos que Perú es el segundo país de Latino América con mayor explotación infantil y la verdad, visto lo visto (y lo MUCHO que me queda por ver) no me extraña.

 

 

 

 

 

Quebrada Verde

 

 

Futura "Casa Vida" en Quebarada Verde